lunes, 12 de junio de 2017
A 61 años del asesinato, por orden de Aramburu, del General Valle
El General Juan José Valle que en 1956 encabezó un fallido contragolpe cívico-militar contra la dictadura militar autodenominada "Revolución Libertadora" del General Pedro Eugenio Aramburu, fue asesinado, un día como hoy.
Derrotado el movimiento, Valle fue fusilado por orden de Aramburu, junto a otros revolucionarios y civiles inocentes (fusilamientos de José León Suarez, Lanús, La Plata, Campo de Mayo y Rosario)
En la Escuela de Mecánica del Ejército, el general Ricardo Arandía consulta telefónicamente a Aramburu, ya en Buenos Aires el 10 de junio al mediodía, sobre los detenidos. En Campo de Mayo, en tanto, el general Juan Carlos Lorio preside un tribunal que realiza un juicio sumarísimo. Concluye que los sublevados no deben ser fusilados. Pero Aramburu ratifica su decisión. Lorio pide que se deje por escrito. Aramburu y su gobierno, entonces, firman el decreto 10.364 que detalla la lista de once militares que deben ser fusilados (único documento de fusilar, oficialmente inscrito en la historia argentina). No existen registros de esos juicios sumarios. No existe registro del informe forense que debió determinar la causa de la muerte.
El 12 de junio, Valle decide entregarse a cambio de que se detuviera la represión a su movimiento y se le respetara la vida. Le toca al antiperonista capitán de navío Francisco Manrique, enviado de Rojas, ir a buscarlo. A las 14 de ese día, Valle ingresa con su amigo Gabrielli y Manrique al Regimiento I de Palermo donde es interrogado y juzgado por un tribunal presidido, también, por el general Lorio.
Después, Valle es enviado a la Penitenciaría Nacional (demolida, actualmente es un parque), en la Av. Las Heras. El director del Museo Penitenciario, en 2005, Horacio Benegas, entonces recién ingresado al servicio, recuerda que "el 11 en la madrugada fueron fusilados tres militares" en la vieja penitenciaría de la Av. Las Heras. Valle fue alojado en el 6º piso. El clima psicológico en el penal era helado por lo tenso. La última que lo vio con vida fue su hija Susana Valle. Ese 12 de junio, a las 22:20, Valle fue fusilado con fusiles Máuser 7,65 mm Mod. Arg. 1909, por un pelotón cuyos nombres se clandestinizaron como secreto de Estado. No hubo orden escrita ni decreto de fusilamiento, ni registro de los responsables. El 13 de junio cesó la ley marcial. El general Tanco con otros sublevados logró, el 14 de junio, asilarse en la Embajada de Haití en Buenos Aires, a cargo del embajador Jean Brierre. Pero el jefe del Servicio de Inteligencia del Estado (SIDE), general Domingo Quaranta, invadió la delegación para secuestrar y detener a los asilados. Pero el haitiano Briere y su valiente esposa., con arrojo, lograròn salvarlos. El saldo de esas 72 horas de junio de 1956 fue trágico y premonitorio: 18 militares y 13 civiles asesinados.
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